LA SESIÓN DE REIKI:
No se puede generalizar, ya sabemos que cada persona es un mundo y sus circunstancias… No obstante, si te decides a recibir tu primera sesión de Reiki, esto es, a grandes rasgos, lo que puedes esperar:
-¿CÓMO ES UNA SESIÓN DE REIKI?-
La duración aproximada es de 1 hora. El paciente se tumba en la camilla y se relaja con los ojos cerrados hasta el final de la sesión. No es necesario desnudarse, basta con descalzarse y se recomienda llevar unos calcetines gruesos (es muy habitual la disminución de temperatura).
El terapeuta no te dará un masaje, simplemente pondrá sus manos sobre diferentes partes de tu cuerpo para permitir el flujo de energía; normalmente se comienza por los 7 chacras principales; después se canalizará energía por diferentes chacras menores en diferentes puntos de los brazos y de las piernas, para terminar aplicando Reiki en cualquier parte del cuerpo que lo demande.
En algunos casos notarás las manos de tu terapeuta sobre el cuerpo y, en otros casos, las colocará a cierta distancia...
-¿TENGO QUE SENTIR ALGO?-
Cuando te están aplicando Reiki, puedes sentir que las manos del terapeuta desprenden calor, frío o cosquilleo; todo ello es normal, cada uno percibe la energía de distinta forma.
Una vez que la energía comienza a entrar en tu sistema, la primera sensación es de relajación intensa y paz mental. Déjate llevar y disfruta de del momento. Algunas personas visualizan colores, otras se quedan dormidas. Todo normal, no hay que cohibirse, ni paciente ni terapeuta. Es habitual la disminución de temperatura corporal durante la sesión; avisa a tu terapeuta para que te abrigue.
Durante la sesión, la Energía Vital Universal entrará en tu sistema energético y limpiará todo a su paso; bloqueos emocionales, experiencias traumáticas o dolorosas sin sanar se remueven por dentro para comenzar su proceso de sanación. Aunque la sesión transcurre en silencio, puede ser que, en un momento determinado, el paciente sienta la necesidad de decir algo, llorar, reir, suspirar… ¡No te asustes ni te avergüences! es mejor no contenerse y dejarlo salir. Esto es señal de que la energía está comenzando a sanarnos. Un buen terapeuta continuará aplicando Reiki y te acompañará en durante el proceso.
Si tienes algún problema físico (dolor en articulaciones, estreñimiento, dolores menstruales, gases, etc.) es posible que, al poner las manos en la zona correspondiente, sientas algún dolor o como si algo se removiera dentro; también puedes comenzar a toser o aumentar tu secreción nasal. También es normal y es buena señal, estamos sanando.
También se da el caso de personas que no sienten nada durante la sesión (ni frío ni calor, no ven colores ni ríen, ni lloran, ni nada… También es normal y no quiere decir que el Reiki no haya funcionado. Deja pasar unos días y seguro que comienzas a sentir los cambios que se están realizando en tu interior.
Todos estos síntomas pueden agravarse los días posteriores a la sesión. Muchas personas se asustan y creen que el Reiki les ha empeorado. Esto también es normal y se llama Crisis de Sanación. Sigue adelante con las sesiones, te sentirás mejor y es señal de que la Energía Vital Universal ha comenzado tu proceso de sanación. Mantén informado a tu terapeuta...
-TEN EN CUENTA QUE:-
Tu terapeuta de Reiki no necesita saber qué enfermedad tienes para tratarte pero, si consideras oportuno informarle sobre algún tema que quieras tratarte en particular o una dolencia grave, no dudes en hacerlo (por ejem.: que lleves marcapasos, sufras una depresión grave, etc.).
Si sufres alguna enfermedad y consideras tratarla también con Reiki, recuerda que la Energía Vital Universal no sustituye a los medicamentos y tratamientos de tu médico, pero sí ayudará a que sean más efectivos y llevaderos.
No es necesario que estés enfermo para recibir la Energía Vital Universal; el Reiki es una herramienta excelente de crecimiento personal y puede ayudarte a expandir tu espiritualidad (no importa las creencias que tengas).